Nos levantábamos el sábado con la incertidumbre de si el festival seguiría adelante o finalmente se cancelaria al no poder recuperar el terreno. Horas después se disipaban las dudas, anunciándose que el Z! seguía para adelante y que, además la climatología jugaba a nuestro favor, por lo que se esperaba un día mucho más tranquilo.
Nos desplazamos hasta Ifeza en su apertura de puertas y al entrar al recinto pudimos comprobar que la organización había realizado un trabajo titánico para que aquello estuviera en condiciones. En las partes más castigadas por el barro, que el día de antes era un pantano, se había echado paja y arena para que se secaran lo máximo posible.
Para la última jornada, sería la banda vizcaína de folk metal Incursed, quienes comenzaran con la música en directo. Sus integrantes cuentan con una gran calidad y, salvando los primeros instantes de su directo, sonaron como un tiro, contando además, con un público más abundante a esas horas, con respecto a los días previos. A su escuadrón de fieles seguidores, se sumaron aquellos que querían aprovechar la última jornada desde el principio, por si se volvían a torcer la meteorología.
Durante la media hora que estuvieron sobre las tablas, nos divertimos de lo lindo con temas como “Baskavigin”, “Who Stole my Beer?“, “Suaren lurraldea” y “Homeland”, para cerrarlo con “Souls On Fire” y “Take On Me”, su personal adaptación del clásico ochentero de A-HA.
Rápidamente, cambiábamos al otro escenario, para no podernos ni un segundo del directo de Ciconia, que siguen inmersos en la promoción de su cuarto trabajo discográfico “Animal Chapters”. Gran calidad la que atesora cada uno de los miembros de este combo vallisoletano, y del que dieron buena muestra durante su descarga, con una ejecución perfecta.
Tras unos problemas iniciales con su intro, deleitaron al personal presente con trallazos como “Amimalarium”, “Katabatic” o “Whales”, poniendo punto y final con ”The Golden Fleece” y “Predator Inside”.
Con un sol de justicia sobre nuestras espaldas, era el turno de Death & Legacy, la banda comandada por su guitarrista Jesús Cámara, y la potente voz de Hynphernia, en lo que iba a ser, a pesar de ser de Zamora, su primera participación en el festival.
A pesar de que arrancaron con “Pray”, de su anterior trabajo, el resto de su actuación se centró en su último trabajo “D4rk Prophecies”, contado además con varias colaboraciones. Cayeron “The Fallen”, “Eternal” con la colaboración de Jessie de Ankor, o “Damned” con la colaboración de Javi Ssagittar de Killus, cerrando un impecable directo con “Hellfire”.
Tras los zamoranos, quisimos guardar fuerzas para lo que estaba por venir, así que recargamos pilas a espera del bolo de Crisix, que estaba anunciado para las 18:20. Inicialmente estaba previsto que actuaran a las 02:20 y de la madrugada, pero la cancelación de la gira europea de Exodus, ha hecho que se les incluya de teloneros de Testament, por lo que, al terminar su concierto en Zamora, les esperaban más de 20 horas de carretera hasta su siguiente destino.
Los conciertos de los de Igualada siempre son muy intensos y frenéticos, y esta vez no iba a ser una excepción. Tras la intro, comenzaban su descarga con “W.N.M. United”, convirtiendo toda la parte delantera en una batalla campal, que solo tendría momentos de tregua entre cada mosh pit.
Sin relajarse ni un ápice, siguieron golpeando con “Macarena Mosh”, “Leech Breeder”, “Rise…Then Rest” o “Conspiranoia”, repasando los mejores temas de su discografía. Da igual las veces que los hayas visto en directo, siempre te lo acabas pasando en grande con esta gente. Prueba de ello es su peculiar popurrí de clásicos metaleros, en el que, intercambiándose sus papeles, interpretan canciones de Metallica, Pantera o Anthrax, poniendo patas arriba el recinto de Ifeza.
Su tiempo se iba a acabando, y encaraban su recta final con “G.M.M. (The Great Metal Motherfucker)”, wall of death incluido, y “Bring ‘Em To The Pit”, rematando con su archiconocido “Ultra Thrash”. Toquen donde toquen, Crisix siempre son una apuesta segura.
La fiesta no acababa aquí, era el turno de la banda de power metal, Glory Hammer, con la que la diversión también está asegurada. Durante su actuación, hicieron un buen repaso de los mejores cortes que componen sus cuatro álbumes de estudio y en el que un Sozos Michael se desenvolvió a las mil maravillas, en la tarea nada fácil de ser el sustituto Thomas Winkler.
Sonaron temas como “Holy Flaming Hammer”, “Gloryhammer”, “Wasteland Warrior Hoots Patrol”, “Master Of The Galaxy” o “The Unicorn Invasion Of Dundee”, cerrando con “The National Anthem Of Units”.
A las 20:30, en el Silver Stage, le llegaba su turno a Haken. Quizás para nosotros de las bandas que menos nos llamaban la atención de la programación de ese día en el festival, y tras ver sus primeros temas, decidimos comer y beber algo, preparándonos para lo que estaba por venir.
En el Cooper Stage, se presentaba Dark Tranquillity, la banda liderada por el carismático Mikael Stanne, y con la vitola de ser una de las precursoras del sonido Gotemburgo.
En sus directos siempre nos encontramos alguna sorpresa en su formación y en esta ocasión no iba a ser menos. Se presentaron en Zamora sin Christoper Amott, dejándole a Johan Reinholdz, todo el peso de las guitarras, que no resultó un impedimento para que fuera uno de los directos del día.
Siguen tirando de su último lanzamiento discográfico, Moment. publicado en 2020, con temas como “Transient” o “Identical To None”, sin olvidarse del puñado de temazos que tienen en su repertorio. Cayeron “Atoma”, “What Only You Know”, “Terminus (Where Death Is Most Alive)” o “Nothing To None”, para disfrute del público, en una comunión perfecta con la banda.
Antes de encarar la recta final de su actuación, Mikael agradeció al público su asistencia, y les dio las gracias porque se sienten muy queridos cada vez que vienen a España. A pesar de que nos faltó alguno de sus clásicos en su repertorio, se dejaron para el final “Lost To Apathy” y “Misery´s Crown”, dejando más que satisfechos a los presentes.
Tras el buen sabor de boca que nos dejaron los suecos, llegaba el plato fuerte del día, e incluso del festival, con la banda alemana Helloween. El trio de voces compuesto por Andi Deris, Kai Hansen y Michael Kiske, junto con un setlist elegido, te transporta a través de un viaje de las diferentes épocas de la banda, que, sumado al gran sonido, y al espectáculo visual; pantalla trasera con distintas animaciones o la batería encima de una gran calabaza, hizo que fueran los grandes triunfadores del festival.
Kiske y Deris alternaron sus voces en algunos de los temas, como “Skyfall”, “Eagle Fly Free”, “Mass Pollution”, “Future World” o “Save Us”, dejando también su protagonismo a Kai Hansen en el medley con “Metal Invaders”, “Victim Of Fate”, “Gorgar” y “Ride The Sky”, dando paso a la coreadísima “Heavy Metal (Is the Law)”.
Tras la balada “Forever And One (Neverland)” y un solo de guitarra de Sascha Gerstner, encaraban su primera retirada del escenario con “Best Time”, “Dr. Stein” y “How Many Tears”.
Tras la vuelta, volvieron con artillería pesada. “Perfect Gentleman” y “Keeper Of The Seven Keys” fueron las elegidas, teletrasportándonos a finales de los años 80. Para el final no iba a ser otra que “I Want Out”, que acompañada de globos en forma de calabaza y varios chorros de confeti, llevaron el éxtasis a los presentes, cumpliendo con creces las expectativas creadas.
Nos esperaba otra buena descarga con la banda sueca Evergrey, aunque con un corte musical diferente al de Helloween, cosa que hizo que muchos se fueran a comer y beber, y que otro muchos emprendieran el camino a sus alojamientos.
La banda liderada por Tom S. Englund, aprovechó la inercia del subidón del concierto de los alemanes, y no tardó en meterse a la audiencia que había quedado en el bolsillo. Están promocionando su último larga duración titulado “A Heartless Portrait (The Orphean Testament)” (2022), del que nos ofrecieron en directo unos cuantos temas como “Save Us”, “Call Out the Dark” o “Midwinter Calls”, y cautivándonos con su particular voz, con ese abanico de trallazos con los que cuenta la banda, a lo largo de sus trece álbumes de estudio publicados.
“My Allied Ocean”, “Where August Mourn” y “A Touch Of Blessing”, fueron algunos de esos cortes, cerrando su impecable paso por el Z! Live con “King of Errors”.
A pesar de todos los problemas causados por las lluvias, nos ha dejado grandes sensaciones nuestro primer paso por el Z! Live. Sin duda nosotros allí volveremos a estar en 2024.
Texto y fotos: Lakatus ML