Llegó al fin el día en el que iba a asistir a un concierto de no solo uno, sino dos de los grupos que más me han fascinado en distintos momentos de mi vida, Arcturus y Triptykon (como herederos directos de Celtic Frost), ambos compuestos por músicos con una visión vanguardista en sus respectivos momentos.
Estos conciertos se celebraron como parte del festival Madrid is The Dark VI, celebrado en la Sala But y que el sábado presentaba una gran asistencia aunque no totalmente lleno, lo cual generaba un gran ambiente pero también permitía compartir espacio y oxígeno.
Arcturus sería el primero de estos dos grupos en tocar, un grupo compuesto por algunos de los músicos más destacados de la escena noruega y que bien pronto en su discografía tomarían vías desde bastante llamativas a directamente experimentales.
El concierto comenzó con la canción Kinetic, que en mi opinión fue la opción idónea tanto para abrir su disco The Sham Mirrors como cualquier concierto, perteneciente a su disco más accesible además de uno de los más destacados de su discografía. La estructura de la canción, “in crescendo”, con varios cambios y una entrada vocal excelente de Simen Hestnæs, el cual mostraría a lo largo del concierto la gran calidad de su calidad como cantante. Sin duda uno de los aspectos más destacados del concierto, junto a la actuación del batería Hellhammer, ya que Hestnæs no solo cuenta con una gran voz, sino que además experimenta con ella, presentando ideas muy llamativas.
Desde el primer momento se percibía un buen sonido aunque algo débil a ratos en la guitarra de Knut, quizá lo único negativo del concierto pero que no restaba al conjunto de la interpretación.
A continuación interpretarían Nightmare Heaven, del mismo disco y con una parte central más limpia y calmada donde añadían pequeñas variaciones sobre la versión de estudio que funcionaban bastante bien. Concluirían esta visita a The Sham Mirrors con Collapse Generation, que para mi gusto sonó menos impactante de lo deseado aunque con el curioso detalle de que Simen salió al escenario con una túnica que le hacía parecer La Parca.
Siendo un festival, Arcturus se centró más en un listado de canciones más cercano a un grandes éxitos que a la presentación de su último disco, Arcturian, aunque sí pudimos escuchar temas como Crashland, si bien en mi opinión las composiciones de este disco no llegan a la altura de obras pasadas.
Llegaría al fin el momento de escuchar The Chaos Path, en mi opinión la canción más llamativa de su disco más atractivo y experimental, La Masquerade Infernale, un disco con una producción “fina” que permite distinguir bien sus distintos matices e instrumentos pero al que falta “peso”. Este no sería el caso en directo, ya que la parte inicial de este tema sonó con toda la dureza que uno querría para el disco, y que también es posiblemente el tema más exigente a nivel vocal, donde Hestnæs puso una y mil voces para hacer justicia a la canción, si bien no buscaba emular totalmente lo que podemos encontrar en el disco. No obstante, una interpretación que me encantó.
Del mismo disco también interpretarían Alone, otro de sus temas destacados, seguido de Winter Grey, un regalo para los amantes de su primer disco. También habría espacio para escuchar algo de su disco Sideshow Symphonies, siendo la canción Hibernation Sickness Complete.
Tras ella, se daría entrada a Master of Disguise, otro tema de La Masquerade Infernale y quizá una de sus canciones más atractivas a nivel compositivo, con varios cambios interesantes e ideas bastante llamativas.
A continuación sonarían los últimos temas, como sus clásicos The Bodkin & The Quietus (…to reach the stars) o Naar kulda tar, para cerrar con un Nails and Sinners que pondría el cierre a un concierto para mi inolvidable.
Acto seguido les tocaba a unos Triptykon liderados por el mítico Tom G. Warrior, uno de los músicos del metal, para mi gusto, con la visión más atrevida de cuantos hubo en los 80 y con unas ideas que plasmó en los primeros discos de Celtic Frost. Un grupo que no solo posee un gran peso en su banda actual, sino que además compondría el listado completo de las canciones que interpretarían.
Si bien en una entrevista previa al concierto Warrior apuntaba a que interpretarían canciones de ambos grupos, a pesar de sus deseos de interpretar solo canciones de Celtic Frost, al final se impondrían sus deseos y pudimos asistir a la interpretación de muchos de los clásicos de esta banda mítica.
No obstante, los asistentes comenzamos con cierto nerviosismo dado el retraso con el que se iniciaba el concierto debido a unas pruebas de sonido interminables, llegando a sumar un retraso considerable que uno no sabe si son achacables al perfeccionismo de Warrior al que seguro somete a sus técnicos, o a los propios organizadores.
Eso sí, una vez solucionado todo, sonaría al segundo la intro Totengott, perteneciente al disco Monotheist y el único disco post Into the Pandemonium presente en el setlist, ya que obviaron Cold Lake (que nadie, o muy pocos, extrañan) y Vanity Nemesis, un disco más que correcto pero que carece de la visión vanguardista que encontramos en su clásica “trilogía”.
Tras la intro arrancarían el concierto con Procreation (Of The Wicked), uno de sus mayores clásicos y uno de los temas de Celtic Frost que mejor demuestran las declaraciones de Warrior cuando afirma que Triptykon es una continuación de su pasada banda, y que en caso de seguir bajo su nombre estaría componiendo la misma música que presenta como Triptykon.
Otro aspecto destacado del concierto y que se reveló ya en su primer tema fue su sonido, cercano al de los Triptykon, excelente durante todo el concierto y que suena ideal para interpretar también temas de Celtic Frost.
Del mismo disco, Morbid Tales, sonaría Visions of Mortality, otro de sus grandes clásicos y más rápida que Procreation o que la música entregada como Triptykon, dando paso a su gran clásico Circle of the Tyrants, que sonó de forma espectacular y que quizá fue la canción que recibió mejor respuesta por parte del público.
Entre estas dos canciones, Tom G. Warrior se dirigió al público para destacar que “Es un honor mutuo estar aquí esta noche… Mutuo.”, porque sí, Warrior no tiene abuela y hay que quererle como es. También cabe destacar que, además de notar que de verdad disfrutó del concierto, desplegando algunas de sus escasas sonrisas que se tornan más siniestras que su aspecto habitual de enfado con el mundo, existía una gran sintonía entre los miembros de la banda y en particular entre Warrior y su guitarra V. Santura, su gran compañero de viaje en Triptykon.
A continuación sonaría The Usurper, seguido de un Ain Elohim que sonó de forma espectacular y que pertenece a su infravalorado Monotheist. Una pequeña visita a su pasado más reciente para después volver a su obra To Mega Therion con Necromantical Screams y la pesadísima (en el buen sentido) Dawn of Megiddo, y que fue en mi opinión otro de los puntos destacados del setlist.
Tras ella volveríamos a visitar Monotheist con Os Abysmi Vel Daath, que daría paso a Mesmerized, quizá la que más disfruté y perteneciente a Into the Pandemonium, disco del cual me faltaron varias canciones, siendo el canto del cisne de su etapa más experimental y repleta de ideas que se verían en otros grupos futuros.
El concierto ya llegaba a su fin, dando paso a Return To The Eve y Morbid Tales, otro gran clásico (otro, sí, Warrior se limitó a componer temazos clásicos durante un periodo de su vida), y una de las canciones más agresivas del concierto. Si bien ya habían sobrepasado la hora asignada según el horario del evento, tras este tema Warrior nos avisó que les quedaban solo otros 11 minutos y que por ello tendrían que eliminar algunas canciones del setlist pero que interpretarían otras dos.
Fiel a su palabra, tocaron una, de 10 minutos, Synagoga Satanae. Perteneciente a Monotheist, y siendo la última canción del último disco de Celtic Frost, es una de las canciones más Triptykon de Celtic Frost. Si bien su interpretación fue llamativa debido a ser de las poco populares, hubiese preferido que hubiesen dedicado ese tiempo a interpretar otros temas que se quedaron fuera, como Dethroned Emperor.
Tras ella, sonó el outro Winter, dejando un sabor de boca agridulce en cuanto a no haber podido disfrutar un rato más de ellos.
En conjunto, dos buenos conciertos de dos grupos excelentes, aunque si tuviera que elegir uno, diría que disfruté más el de Arcturus, sin menoscabo del segundo.
- Texto y Fotos: Omar Campagne
Setlist ARCTURUS
- Kinetic
- Nightmare Heaven
- Collapse Generation
- Crashland
- The Chaos Path
- Alone
- Wintry Grey
- Hibernation Sickness Complete
- Master Of Disguise
- Game Over
- The Arcturian Sign
- The Bodkin & The Quietus (…to reach the stars)
- Naar kulda tar
- Of Nails and Sinners
Setlist TRIPTYKON
- Intro: Totengott
- Procreation (Of The Wicked)
- Visions of Mortality
- Circle of the Tyrants
- The Usurper
- Ain Elohim
- Necromantical Screams
- Dawn of Megiddo
- Os Abysmi vel Daath
- Mesmerized
- Return To The Eve
- Morbid Tales
- Synagoga Satanae
- Outro: Winter