Después de recorrer las calles de Londres y hacer el típico turismo, nos fuimos acercando a media tarde a las inmediaciones del Alexandra Palace, ya que era la noche para ver a PARKWAY DRIVE muy bien acompañados de KILLSWITCH ENGAGE y de THY ART IS MURDER, y no sabíamos muy bien qué nos encontraríamos allí a la hora de entrar. Días antes habían colgado el cartel de “SOLD OUT” y eso se notaba en la zona, los pubs cercanos estaban llenos de fans tomándose unas pintas antes de entrar al recinto.
Llegadas las 18:30, abrieron las puertas y a pesar de tener todo muy bien organizado, se notó que tener una sola puerta de entrada para 10.000 personas no era la forma más rápida de entrar, a pesar de ello pudimos acceder al recinto antes de que comenzara el show.
Llegadas las 19:15 de la tarde hora local hacían acto de presencia THY ART IS MURDER en el escenario. Los australianos comenzaron su show con Dear Desolation, canción perteneciente a su último disco y a pesar de que la gente seguía entrando y no habíamos llegado ni a una media entrada, pudimos ver a parte del público con ganas botando y moviendo las cabezas con esos primeros acordes.
Siguieron con «The Purest Strain of Hate» y con «Holy War», temas clásicos de la banda y en la que su cantante Chris McMahon animaba a los allí presentes a realizar diferentes mosh pits, a los que el público respondía automáticamente. Habían llegado a la mitad de su actuación y siguieron con “Reign of Darkness”, ”The Son of Misery”, en la que Chris bajo a pie de público para animar a esos botes y mosh pits para terminar su espectáculo con “Puppet Master”.
Si bien es cierto que es una banda que no llega a destacar por su puesta en escena, sí que sirvieron para ir calentando a la gente que ya había entrado al Alexandra Palace.
Después de un rato de espera, era el turno de KILLSWITCH ENGAGE. Se apagan las luces y comienza a sonar “Strength of the Mind”, toda una declaración de intenciones. Todavía seguía entrando la gente, pero los que ya estaban allí, sin duda estaban decididos a darlo todo desde el principio. Se respiraba en el ambiente que, a pesar de ser teloneros, les tenían ganas en Londres. Energía pura desde el primer momento avivada por su guitarrista Adam Dutkiewicz, que no paró de correr de un lado a otro y dar saltos.
Le siguieron temas como “The End of Heartache”, ”Beyond the Flames” o “My Curse”, donde su cantante, Jesse Leach, animaba al público a cantar estrofas o los incitaba a saltar. El show fue avanzando y aquello, lejos de venirse abajo, continuó con un repertorio muy completo con temas como ”Hate By Design”, “My Last Serenade”, “The New Awakening” o “In Due Time” con la que cerraron su concierto.
A pesar que a nivel personal nos hubiera gustado ver algún tema más de su disco “Alive or Just Breathing”, disfrutamos de lo lindo con un grupo que no dejó de moverse por el escenario y un público más que entregado.
Y llegaba el plato fuerte de la noche, era la hora de los australianos PARKWAY DRIVE. Les pudimos ver el pasado Download Madrid, y estábamos expectantes de poder verles con su espectáculo al completo. Se apagaron las luces y, ante el asombro de los allí presentes, el grupo se fue acercando al escenario desde la parte de atrás del recinto, escoltados por unos encapuchados que portaban unas antorchas.
Una vez en el escenario, comenzaron con “Wishing Wells” y “Prey”, dos potentes canciones con las que desde el primer acorde la gente se pone a saltar. Siguieron “Carrion”, “Vice Grip” y “Karma”, esta última siempre es aprovechada por su cantante Winston para realizar un multitudinario mosh pit. Con “Cemetery Bloom” seguida de “The Void” ya pudimos ver los primeros petardazos y chispas cayendo sobre el escenario. Era el turno de “Idols And Anchors”, canción típica de la banda que el público no dejó de corear. Con “Dedicated” y “Absolute Power” comienza el espectáculo de chorros de fuego acompañados de petardos, cada canción que termina es acompañada de una sonora ovación y, lo cierto es que no es para menos, la mezcla de gran sonido con los efectos de fuegos y explosiones es ¡¡Brutal!!.
Si pensábamos que podía ir decayendo su show, estábamos muy equivocados, pues con los temas “Writings On The Wall” y “Shadow Boxing”, les acompañaron un grupo de tres violines y un violonchelo subidos en unas plataformas elevadoras, que fueron aprovechadas por sus guitarras para tocar “Chronos”.
Parecía que llegaba el final cuando Winston interpretó junto a al violonchelo “The Colour of Leaving”, pero nada más lejos de la realidad, después de un pequeño apagón de luces, el líder de la banda reaparece en el escenario con un coctel molotov en la mano que lanza contra el fondo del escenario y mientras este comienza a llenarse de fuego suenan los primeros acordes de “Crushed”, todo un clásico de la banda, con la que dan rienda suelta a su pirotecnia. Como es ya costumbre, terminaron con “Bottom Feeder” con otro despliegue de fuegos y petardos sin que el público dejara de botar.
Todo un directazo acompañado de un gran espectáculo visual, en un Alexandra Palace con 10.000 personas sin dejar de saltar ni un solo momento. Solo echamos de menos un detalle, los australianos no trajeron consigo la batería giratoria con la que Ben Gordon da vueltas mientras interpreta “Crushed”.
Setlist THY ART IS MURDER
- Dear Desolation
- The Purest Strain of Hate
- Holy War
- Reign of Darkness
- The Son of Misery
- Puppet Master
Setlist KILLSWITCH ENGANGE
- Strength of the Mind
- The End of Heartache
- Beyond the Flames
- My Curse
- Rose of Sharyn
- Just Barely Breathing
- Hate by Design
- Always
- My Last Serenade
- This Is Absolution
- In Due Time
Setlist PARKWAY DRIVE
- Wishing Wells
- Prey
- Carrion
- Vice Grip
- Karma
- Cemetery Bloom
- The Void
- Idols and Anchors
- Dedicated
- Absolute Power
- Writings on the Wall
- Shadow Boxing
- Wild Eyes
- Chronos
- The Colour of Leaving
- Crushed
- Bottom Feeder
Texto y fotos: Metal Legion