El pasado viernes 9 de agosto nos desplazamos desde Bilbao para asistir a la octava edición del Lanjarock. Lo cierto es que el fin de semana prometía. Por un lado, bandas ya consagradas y otras emergentes que venían a ofrecernos buena música. Por otro, un lugar espectacular como es la localidad de Lanjarón, que es conocida como «la puerta de la Alpujarra» Era la primera vez que acudíamos a este festival, que unido al inicio de las vacaciones, hacía un cóctel perfecto de buenrollismo e ilusión.
Desafortunadamente, nuestro vuelo se retrasó, por lo que llegamos con la actuación de Reincidentes ya empezada. Había ganas de ver a la banda sevillana y esta nos ofreció un gran concierto, haciendo un repaso a su dilatada carrera, incluyendo temas de su último disco Haciendo Hablar al Silencio, así como clásicos que todos estábamos esperando, como ¡Ay! Dolores o su celebérrimo Vicio.
Y tras los enormes Reincidentes, tuvimos sobre el escenario, triplete de bandas granadinas. En primer lugar, los Gravital, joven banda reciente ganadora del Talentos Rocknrolla y además venían a presentarnos su flamante nuevo álbum Dark Matter.
El siguiente grupo, eran Sölar, que fueron finalistas en el pasado Talentos Rocknrolla y que con su rock contundente dejaron boquiabierto a más de uno.
Para cerrar la noche, la gente de Ojaras’K, que venían a animarnos con su show mezcla de clown y rock fueron capaces de hacernos bailar a los que allí nos congregábamos, pasadas las dos de la madrugada!.
Las previsiones del tiempo para el sábado eran similares a las del día anterior: sol y muchísimo calor; por lo que procuramos pasar la mañana en algún lugar fresco de la Alpujarra mientras hacíamos tiempo hasta que empezara la segunda jornada del festival.
Por causas desconocidas, el festival dio comienzo dos horas tarde, que produjeron el retraso de todas las bandas e incluso que la última de ellas, BillyMonkeys, no pudiera siquiera tocar.
Con una cerveza en la mano, dábamos por fin la bienvenida a los granadinos La Plazuela, grupo que inició su andadura en la música hace pocos años y que, en ocasiones, nos recuerda a grandes grupos andaluces de mestizaje como Delinquentes o Mártires del Compás, aunque tras el reciente cambio de algunos de sus miembros, la banda bebe de otros estilos musicales, tales como el ska o el reggae. Sin duda, una banda muy animada para animar el ambiente del sábado.
A continuación, directamente desde la costa granadina, aparecen en el escenario La Sudadera del Manager. Los motrileños venían con single nuevo bajo el brazo titulado «A Kilómetros», que es un aperitivo de su nuevo disco Multipolar, que verá la luz en septiembre. El grupo tiene un estilo desenfadado, pero a la vez, se nota la complejidad en sus cambios de ritmo, proporcionándole al conjunto un estilo inconfundible.
Ya anocheciendo en el Parque El Salao, lugar donde se celebraba el festival, recibimos a Sinaia, un grupo que no era desconocido para nosotros, ya que hace un par de años, supimos de ellos a través de los Conciertos de Radio 3 y nos encantó su estilo tan único y personal que aúna el rock, el metal y el punk. La banda, venía a presentarnos su último álbum, que salió al mercado en mayo pasado y cuyo título es «Solo Humano». Sin duda, uno de los grandes directos del Lanjarock, con una puesta en escena impecable, en la que el vocalista, Valen, no dejó de moverse y su batería, Iker, pese a estar sustituyendo a Iván Ramírez, nos dio una lección de maestría baquetas en mano.
Llega uno de los momentos más esperados del festival, la actuación de Los Zigarros. Con su rock and roll clásico, comenzaron su concierto con Apaga la Radio, tema que da título a su nuevo disco y aunque tocaron algunas de sus nuevas canciones, como Mis Amigos o Espinas, no dudaron en hacer un repaso de su trayectoria musical, tocando temas súper animados como ¿Qué Demonios Hago yo Aquí?, pasando por Tenía que Probar, en la que en ocasiones le acompañaba el gran Carlos Tarque (M-Clan) o su canallesco Cayendo por el Agujero. Por supuesto, los valencianos se marcaron una actuación para quitarse el sombrero e inolvidable para muchos de los que asistieron al Lanjarock.
Con un pequeño cambio en el orden de los grupos, esperábamos con ansias a los controvertidos Narco, grupo clave en la escena rock andaluza. Los sevillanos aparecían en el escenario con mucha expectación tras el reciente cambio de vocalista y el próximo parón indefinido de la banda. En el recinto no cabía un alma y era curioso ver gente de diferentes edades, incluso niños, esperando impacientes a que empezara el espectáculo.
Los Narco, hicieron un repaso a su trayectoria musical, tocando temas como Suicídate, pero decidieron tocar numerosas canciones de su último disco Espichufrenia (2017), tales como El Portero de la Urbanización o Mi Madre es una Yonki. Llegando al final de su actuación, llegaba uno de los momentazos que todos esperábamos y que precedía a su tema Yoni el Robot. Un tipo robotizado aparecía en escena haciendo movimientos mecánicos y lleno de lucecitas.
Está claro que a los Narco les gusta el cachondeo e intentan que el público se lo pase en grande. Destacar la excelente puesta en escena de El Chupa-sangre, flamante nuevo vocalista de la banda, que estuvo a la altura en todo momento.
Era difícil superar lo vivido con Narco, sobre todo cuando la siguiente banda tiene un estilo totalmente diferente. Ponteforte tenían entre manos una ardua tarea, pero se guardaban un comodín bajo la manga, y es que, no sólo son del mismo Lanjarón, sino que habían tocado semanas antes en la localidad con motivo de la Noche de San Juan, por lo que, conocían al público perfectamente. Además, venían de ser subcampeones en el concurso de bandas del Rocknrolla. Lo cierto es que a estas alturas de la noche, la gente tenía ganas de bailar y pasarlo bien, por lo que el concierto fue una fiesta.
Para cerrar la noche, Los Vecinos del Callejón, una banda con una dilatada carrera musical a sus espaldas. Ska, funky y reggae. La banda tocó temas como Con Mucha Karma, que da nombre a su último disco, siempre a golpe de saxo y animando al personal, que rozando las seis de la mañana, no era tarea fácil. Nos encantó la versión que se marcaron del Breathe de Prodigy, haciendo un pequeño homenaje a su vocalista, que falleció hace unos meses.
Hubiera llegado el turno de los granadinos Billymonkeys, grupo del que habíamos disfrutado en su concierto en Bilbao dentro de su Canalla Tour, pero los retrasos en las actuaciones y que ya eran las 6 de la mañana, hicieron que no salieran a tocar. Puedes leer su comunicado oficial aquí.

Además de música, en el festival pudimos disfrutar de otras expresiones artísticas, tales como graffitis, pintados mientras las actuaciones tenían lugar.
Ha sido nuestra primera vez en el Lanjarock, esperábamos una temperatura más fresca y aunque hay cosas mejorables, es un festival al que nos encantaría regresar en próximas ediciones.
Texto y fotos: Metal Legion.