Originalmente prevista para el lejano ya 2019, por fin llegaba la primera de las citas en la Stage Live de Bilbao de Geoff Tate, una de las mejores voces del Heavy Metal, y quien fuera el líder de Queensrÿche durante 30 años.
Para esta gira, se había anunciado que Tate interpretaría los discos “Rage For Order” (1986) y “Empire” (1990) en su totalidad, dos de los buques insignia en la discografía de la banda estadounidense, y sin duda, un gran reclamo para los fans y los nostálgicos.
Con la incertidumbre de si habría alguna banda abriendo la velada, accedíamos a la sala, que presentaba un gran ambiente, pese a la gran oferta musical que presenta cada fin de semana la capital vizcaína.
El encargado de comenzar fue Ivory Lake, proyecto solista de Josh Watts, quien interpretó unos pocos temas en acústico, al no poder asistir con su banda para esta fecha, tal y como nos explicó chapurreando un poco de castellano.
Sin descanso, salían a escena Leksi, banda comandada por Alex “Leksi” Hart, quien fuera guitarrista de Operation: Mindcrime, la banda de Geoff Tate y que iría acompañado de varios de sus músicos en su puesta en escena.
Durante el escaso tiempo que estuvieron sobre las tablas, interpretaron varios de los temas de sus dos álbumes publicados hasta la fecha, no terminando de convencer del todo a los presentes, que ya esperaban ansiosos el plato fuerte de noche.
Pasadas las 20:30, se apagaban las luces y comenzaban a sonar los primeros acordes de “Walk In The Shadows”, primer tema de su disco “Rage For Order”, en una sala que presentaba una muy buena entrada.
Continuaron con “I Dream In Infrared” y “The Whisper”, siguiendo rigurosamente el orden del álbum, cosa que no disminuyó ni un ápice el ánimo de los asistentes. Para esta gira, Tate está muy bien escoltado por Kieran Robertson y Scott Moughton en las guitarras, Jack Ross en el bajo y Felix Bohnke en la batería, que, a pesar de su juventud, también tuvieron su momento de lucimiento personal a lo largo del directo.
“Gonna Get Close To You” y “The Killing Words” fueron las siguientes en caer, momento en el que Tate confesó que llevaba tiempo queriendo interpretar este disco completo, dando las gracias a los presentes por tener la oportunidad.
Sin descanso se sucedieron los temas; “Surgical Strike”, “Neue Regel”, “Chemical Youth (We Are Rebellion)” Y “London”, cerrando esta primera parte con “Screaming In Digital” y “I Will Remember”.
No estamos acostumbrados a ver estos largos parones en un directo, momento que aprovecharon los presentes para ir al baño y pedirse otra cerveza y afrontar así una segunda parte igual o más intensa que esta primera.
Llegaba el turno de ofrecer en directo los temas de “Empire”, el álbum más vendido de la Queensrÿche hasta la fecha, que cuenta con unos cuantos temas, convertidos en auténticos himnos del género.
Volvieron a escena con la coreada “Best I Can”, con la misma dinámica que en la primera parte: seguir el orden riguroso del álbum. La siguientes fueron “The Thin Line”, con Geoff Tate tocando el saxofón, “Jet City Woman”, otro de los grandes temas con los que cuenta este álbum, “Della Brown” y “Another Rainy Night”, bajando un poco si cabe, la intensidad del directo. Llegaba “Empire”, tema principal del álbum, que Tate y los suyos presentaron preguntando a los asistentes como se titulaba el disco, seguida de “Resistance”, con un público completamente entregado a lo que estaba sucediendo sobre las tablas.
Era el turno de su conocida balada “Silent Lucidity”, canción que, como el propio Geoff comentó, le persigue allá donde va. El concierto se nos estaba pasando volado, y encaraban la recta final con “Hand On Heart”, “One And Only” y “Anybody Listening?“, para poner la guinda con otro de los clasicazos de la banda como “Queen Of The Reich”.
Hemos podido disfrutar en directo, durante más de dos horas, de la puesta en escena de dos discazos, que forman parte de la historia del metal, con un magistral Geoff Tate a la voz. Por el contrario, nos ha faltado “Eyes Of A Stranger” que, a pesar de estar incluida en su setlist, no llegó a tocarse.
Texto y fotos: Lakatus ML