Esperada cita la del pasado lunes en la sala Santana de Bilbao, en la que iba a ser la cuarta fecha programada por la promotora Madness Live en nuestro país, de la gira conjunta de Dark Tranquillity y Ensiferum.
Siempre perjudica en aforo cuando una de estas giras coincide entre semana en la capital vizcaína, pero es de esos días que cuando llegas a las inmediaciones de la sala antes de su apertura, ya se detecta un buen ambiente. No cabe duda de que nos encontramos ante dos bandas, que a pesar de que se mueven en diferentes estilos, concentran un gran número de fans allá por donde pasan, y Bilbao no iba a ser menos, observando un gran número de camisetas de ambas formaciones en aquellos que aguardaban la hora de apertura de puertas.
A la hora prevista, salía a escena Tag My Heart, la primera de las bandas invitadas en esta gira. Liderados por su frontwoman Isabel, los alemanes llegaban a Bilbao presentando su primer EP titulado “Serendipia”, del que hicieron un repaso de principio a fin. Nunca es fácil ser la banda que arranque este tipo de conciertos, aunque Isabel no se conformó con ver cómo iba entrando más gente durante su actuación y la vimos mezclándose entre la gente en varios de sus temas.
Tras los cambios pertinentes, era el turno April Art. En la media hora de actuación de la que dispusieron, este cuarteto alemán comandado por Lisa-Marie, que para la mayoría eran unos desconocidos, consiguieron una mayor reacción del público asistente. Vestidos de rojo, y con su mezcla de crossover y rock alternativo, con toques electrónicos, consiguieron ganarse a más de un seguidor esa noche.
Con una gran entrada en la sala, era el turno de los finlandeses Ensiferum. Llegaban a suelo bilbaíno presentando su último álbum de estudio “Thalassic”, publicado en el 2020.
En el tiempo que dispusieron de actuación, encadenaron diez temas de su característico epic folk metal, realizando una mezcla perfecta de las canciones de su nuevo trabajo discográfico con sus grandes clásicos.
“Rum, Women, Victory” y “Andromeda” fueron las primeras en caer, y con ellas, se pudieron ver los primeros empujones en las primeras filas. Era el turno de “One More Magic Potion”, “Into Battle” y “For Sirens”, dando pie esta última al primer mosh pit de la noche. A estas alturas, la sala Santana ya era un fiestón, en el que destacaban el bajista Sami Hinkka y el guitarrista Markus Toivonen, acompañando al incombustible Petri Lindroos.
Con “Run From the Crushing Tide” el protagonismo pasó a Pekka Montin, abandonando su puesto en el teclado, aportando de esta forma una segunda voz y regalando una clase magistral con sus agudos. Encaraban la recta final de su actuación, y sonaron “Treacherous Gods”, tema de su primer disco, “In My Sword I Trust”, en el que Petri salió al escenario con una espada y que el público coreó de principio a fin. Los fineses concluían su show con “Lai Lai Hei”, que la gente acompañó con su correspondiente circle pit y cerraron un señor directo con “From Afar”.
Tras los fineses, llegaba el plato fuerte de la noche con Dark Tranquillity. La banda sueca también llegaba al Botxo presentando su nuevo disco “Moment”, aunque también había curiosidad por ver a su nueva formación en acción. A la salida ya anunciada de Anders Jivarp y Anders Iwers, sustituidos por Joakim Strandberg Nilsson y Christian Jansson; en esta gira además contaban con Joey Concepción, que sustituye de forma temporal a Chris Amott, tras su reciente paternidad.
Tras la pandemia tenían ganas de presentar en condiciones “Moment”, muy presente durante el directo; sin embargo, para disfrute de sus fans, no faltaron los grandes clásicos de la banda. Con la energía que caracteriza a su vocalista Mikael Stanne y su impecable voz, arrancaban con “Phantom Days” y “Transient”, que sirvieron como carta de presentación de su último disco. Tras su gran inicio, le siguieron temas de Damage Done como “The Treason Wall”, otros tantos del Fiction como “Terminus (Where Death Is Most Alive)“, cortes de Atoma, como “Forward Momentum” o “Atoma” y “Punish My Heaven”, siendo esta última la que un emocionado Stanne dedicaba cariñosamente al ex-miembro de la banda Fredrik Johansson, fallecido el pasado mes de enero. Stanne además recalcó la importante contribución de Johansson en la creación de grandes álbumes de la banda.
Durante toda la actuación contaron con una pantalla en la parte de atrás del escenario, en la que mostraban diferentes gráficos y videos, aunque eso no evitó que pudiéramos ver, por momentos, la eterna sonrisa de Stanne. El vocalista además interactuó bastante con el público y nos dijo, satisfecho, que la banda al completo había disfrutado de un día estupendo en la capital vizcaína.
Con un público más que entregado, y varios mosh pits en la parte delantera, enfilaron la recta final con trallazos como ”Identical to None”, “Encircled” y “ThereIn”, dedicada a su ciudad Gotemburgo y muy coreada por los presentes. Ya solo nos quedaban los bises y se nos había pasado volando. Como es habitual en sus directos, cerraron con “State of Trust”, “Lost to Apathy” y “Misery’s Crown”, en la que echamos en falta, como solía ocurrir antes de la pandemia, a un Stanne mezclándose entre el público mientras la interpretaba.
Noche para recordar de grandes directos en la Santana de Bilbao, en la que podemos destacar a una banda como Dark Tranquillity, que siempre es una apuesta segura y no defraudan.
Texto y fotos: Lakatus.